Sólo por ahora (1/2)

Tengo una historia para ti:

-Aurora, es hora de que abras los ojos.

Y Aurora abrió los ojos...pero no vio gran cosa, mejor dicho no veía nada, sólo luz. Aunque sí oía muchas voces raras, algunas conocidas como la señora que la tenía en brazos (quizás fuera su madre o algo así porque la protegía dulcemente). Sin embargo, seguía sin ver nada salvo luz...De repente, se fijó bien en quién le estaba hablando de cerca suavemente.

-Aurora. Se oía como un susurro muy suave.
Sólo podía ver una gran sonrisa y...nada más...¡Qué rara es! Pero algo le dice que quizás fuese de fiar y todo.

Cuando Aurora crezca, sabrá que es el dolor pero también la dicha infinita, sabrá que es la traición pero también conocerá el amor verdadero. Sabrá lo que es la tristeza pero tendría millones de situaciones por las que alegrarse. Sabrá que es llorar pero sin duda habrá más veces que llore por felicidad...

Muy poco podía imaginar Aurora que esa mañana fría de diciembre fue tocada por un hada que le acarició el dedo gordo del piececillo rojo y le deseó que todas las bondades de este mundo se posaran en su alma. Sólo por una vez, el hada quería que alguien en este mundo fuera realmente feliz...(por mucho que el universo se pusiese cabezón y se liara a conspirar a cascoporro. Pues hoy no!)
..................................................................................................................................................
Pero ¿qué fue de ese hada? Nadie lo sabe. Posiblemente se fuera con su música a otra parte.