otra vez no lo he podido evitar...
martes, 13 de marzo de 2012
lunes, 5 de marzo de 2012
La Valse d'Amelie
La niña cuya piel huele a miel y vainilla todavía se acuerda, en días donde a veces asoma el sol, de aquellas largas tardes en las que intentaba superar una depresión de la única manera que se le ocurrió: Intentaba una y otra vez aprenderse una cancioncilla oída en una película al piano. Sin tener ni idea de tocar, llenaba aquellos vacíos con música repetitiva. Una y otra vez los repetía, una y otra vez lo hacía... De aquella manera, sentía que su soledad de pronto se desvanecía e imaginaba una situación en la que le enseñaría a aquel todo lo que había aprendido en su ausencia.
Nunca pasó de aprenderse las primeras notas y de aquella estúpida ilusión no quedó en pie absolutamente nada. Un día, decidió abandonar el piano y dirigirse a la calle a buscar esta vida que por un momento había dejado escapar entre ilusas ensoñaciones. Nunca sería una gran pianista, nunca volvería a recuperarlo. De hecho, ya ni importaba siquiera.
Nunca pasó de aprenderse las primeras notas y de aquella estúpida ilusión no quedó en pie absolutamente nada. Un día, decidió abandonar el piano y dirigirse a la calle a buscar esta vida que por un momento había dejado escapar entre ilusas ensoñaciones. Nunca sería una gran pianista, nunca volvería a recuperarlo. De hecho, ya ni importaba siquiera.